lunes, 6 de junio de 2011

ESCUELA DE PADRES Y MADRES

Consejos de cara al verano





Al despedir el año a los padres de nuestros alumnos deseándoles un buen verano, la mayoría nos devuelve una mirada ansiosa por no saber muy bien cómo afrontar el período de descanso escolar.

Este temor debe ser superado con una adecuada organización de los horarios y las actividades. Las rutinas deben flexibilizarse, pero deben seguir estando ahí, esto ayudará a no perder el control.

El verano es una estación que posibilita la práctica de unas actividades a las que no se tiene tanto acceso el resto del año, aprovechemos esto y el mayor tiempo libre de nuestros hijos para que tengan un mayor contacto con la naturaleza, hagan ejercicio físico, cuiden las amistades que hicieron en la escuela y, por qué no, repasen un poco de lo aprendido en el curso, pero nunca saturándolos.

No se trata de sentar al niño frente a una libreta (eso ya lo han hecho durante el curso), hay actividades lúdicas que, sin ser tachadas de deberes, enseñan mucho, como contar conchas en la playa, distribuirlas en conjuntos de grandes, medianas y pequeñas, jugar al veo-veo, adivinar un animal respondiendo a las preguntas sólo con sí o no, o adivinar los colores preguntando si está presente en determinados objetos, etc.

En Educación Infantil el elemento lúdico forma parte de la metodología diaria ya que se considera una importante fuente de aprendizaje que ayuda a los pequeños a desarrollar adecuadamente su personalidad, precisamente porque no se trata de una imposición, sino que surge de manera espontánea, resultando una actividad placentera.

Jugar un rato con ellos, con los juegos se logra, entre otros aspectos, mejorar el lenguaje, potenciar su creatividad, desarrollar conceptos lógicos, conseguir un mayor progreso motor, aumentar su organización espacial y temporal, contribuir a la integración en su medio físico, social y cultural, facilitar la socialización y satisfacer necesidades afectivas.

En definitiva, durante las vacaciones es preciso mantener unas rutinas elementales y flexibilizar las restantes, adecuándolas a las condiciones de buen clima y tiempo libre, potenciando actividades en las que se implique la familia y que les permitan aprender sin darse siquiera cuenta.

Para terminar, quiero haceros llegar una poesía de Silvia Zurdo que creo que puede resumir la idea que he tratado de transmitir, espero que os guste:

Vacaciones,
las vacaciones
tienen la magia de un circo,
la frescura de un paseo por el parque
y la fantasía de un cuento sin final.

La alegría de un encuentro con amigos,
sabor a caramelo de limón
y el perfume del chocolate.

Pero, sobre todo, deberían tener
la calidez de la familia
y un tiempo sin reloj.

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